Las cesáreas comúnmente se realizan porque se presentan complicaciones en la madre o en el feto durante el parto, pero también pueden programarse previamente, cuando se calcula que se puede presentar alguna complicación.  Estos son algunos motivos por los cuales se realiza una cesárea: Es cuando el parto es demasiado lento o se detiene: puede deberse a múltiples causas como contracciones débiles, que el bebé sea muy grande, que la pelvis materna sea pequeña, etc. Cuando aparecen signos de que el feto está sufriendo. Cuando existen problemas con el cordón umbilical, como que se comprima o se introduzca en el canal del parto por delante del feto. Por una hemorragia vaginal importante. Puede producirse por ejemplo si la placenta de despega del útero antes del parto. Cuando existe una urgencia médica que ponga en riesgo la vida de la madre o la del bebé. Existencia de algún tipo de obstrucción o deformidad en el útero que dificulte o impida el parto vaginal (por ejemplo, una placenta previa, mioma uterino). Mala posición del bebé (de nalgas, con lo pies hacia abajo, transversal, etc.). Desproporción entre el tamaño del feto y la pelvis materna. Puede ser porque el bebé sea muy grande (especialmente si la madre es diabética) o por una estrechez del canal del parto. Infección activa materna en el cuello uterino, como herpes o infección por VIH, que puede transmitirse al bebé durante el parto vaginal. Gestaciones múltiples (gemelos, trillizos o más). Cáncer de cuello de útero. Que el bebé presente un riesgo elevado de sangrado. Prematuridad. Artículo creado con información de redaccionmedica.com.